De pronto, algo llamó poderosamente mi atención. Era un dibujo.
Si, en efecto, un simple dibujo.
Me quedé observándolo,
analizándolo. Y pude darme cuenta que en él se encontraba plasmada mi visión
sobre la política.
De inmediato solicité el permiso
de quien lo había posteado y no tuve ningún problema en poder compartirlo hoy
con ustedes.
Esto sale a flote porque muchos
confunden el verdadero camino que debe de tener el beneficio social.
Mientras que para muchos el
beneficio se traduce en dar a todos por igual, para mí no lo es.
Considero que para llevar un verdadero
beneficio social, debe de conocerse las necesidades de una población para poder
dar lo que ellos necesitan. No más.
Y es aquí en donde cobra vida una
palabra que se llama Justicia. Pero no esa que va relacionada con las leyes. A prohibir y permitir.
Con justicia me refiero a ser justos. En llevar el beneficio a quién verdaderamente lo necesita.
Con justicia me refiero a ser justos. En llevar el beneficio a quién verdaderamente lo necesita.
Todo ello debe de realizarse
basándose siempre en un análisis de la población. De esta manera estaríamos
evitando gastar el dinero en actos, actividades, productos o servicios que no
se requieren, que nadie necesita.
En vez de ello, considero oportuno
dar a aquellos que si lo requieren. Solo así se lograría generar un equilibrio en
la sociedad y colocar a todos bajo las mismas condiciones de vida.
Pero bueno, esto que aquí escribo
sin duda es muy apasionante para mí y podría escribir y escribir explicando mis
motivos para tener esta visión.
Mejor les comparto la postal,
para que observándo el dibujo pueda esquematizarse mi punto de vista y puedan considerarlo
como un criterio más de los muchos que hoy existen en la sociedad y en la
política.
¡Saludos!
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