Por: Luis Alberto Luna León
Tuve la oportunidad de estar en el homenaje que le hicieran a un gran
chiapaneco, a un gran músico. En ese orden.
Julio Gordillo es quizá alguien que formará parte del referente de
maestros de música en Chiapas.
Pero no refiero a los maestros de aula. Hablo de los maestros de vida,
de los que inspiran a seguir un camino para hacer de ellos un solo destino.
Porque a pesar de no contar con ese espacio, la “escuela” del Maestro Julio
Gordillo ha llegado a muchas partes del mundo. “Yo me encuentro lleno de
felicidad por ver triunfar a mis muchachos”, argumentó sin saber que ellos han
triunfado gracias a lo que musicalmente él puso en los corazones de ellos
siendo niños, esos que hoy son grandes artistas chiapanecos.
Muchos son los hombres y mujeres que tienen a sus enseñanzas como parte
de su vida musical. Gracias a lo que ese hombre les enseñó en el ayer, hoy
ellos están viviendo el ahora de una manera exitosa.
Compartir la experiencia, entregar lo que se sabe, caminar sin egoísmo,
sin vanidades, y con mucho corazón es lo que caracterizan a las grandes almas.
Y el Maestro Julio César Gordillo Utrilla es un ejemplo de ello.
Muchas gracias a Rocío Sibaja, alumna del maestro Julio por permitirme
formar parte de los que rindiéramos tributo a su trayectoria en la Sala Carlos
Olmos del Coneculta en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Felicidades, maestro. Y que sigan sus éxitos. Que Dios los bendiga.
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