El pasado siempre es importante. Se le sufrió, se le
lloró, pero también se le sonrió y se le disfrutó al máximo. Formó parte
importante de nosotros pero hoy ya no lo es.
Guardemos lo hermoso que fue en nuestros más profundos
recuerdos y todo lo malo lo guardemos en esa gaveta llamada
"aprendizaje".
Sin rencores y sin orgullos. No hay distancias ni
silencios, simplemente hay que ignorar todo lo que fue. Simplemente ya pasó. Y
hay que dejar ir lo que ya no es para caminar hacia lo que aún no es. Pero
siempre hay que ir hacia un nuevo día, el cual representa la nueva oportunidad
para ser feliz. Ese debe ser nuestro objetivo de vida. Aunque día a día
pongamos la vida luchando por ello.