La vida siempre está llena de sorpresas. Algunas
desagradables, pero otras, son tan positivas y tan gratas que se quedan
grabadas por siempre en la mente y en el corazón.
Y eso fue lo que sucedió el día de hoy. Convocado
junto a otros grandes oradores de Chiapas como Víctor Manuel Cruz Roque y
Alexander Domínguez Mendoza por un importante orador chiapaneco y amigo Rubiel
Gamboa Munza, acudimos a hacer acto de presencia a la heroica Chiapa de Corzo a
rendir homenaje a la memoria de Ángel Albino Corzo.
Posteriormente, en el parque de la juventud de ese
mismo municipio, acudimos a la develación de una placa que quedará registrada
por siempre en lo más profundo de mis recuerdos.
Siempre lo he dicho: agradecer no basta. Pero hoy,
lo expreso como un reflejo de mi compromiso por seguir impulsando a la oratoria
en las futuras generaciones, para que las niñas y los niños de Chiapas sigan
haciendo uso de su voz para construir esa sociedad que todas y todos queremos.
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