Por: Luis Alberto Luna León
Hablar
de la charrería chiapaneca, es hablar de equipos de gran tradición.
Los
hombres de a caballo se forjan en el arenal, en el partidero, en el lienzo
mismo. Pero los grandes charros, esos sólo se ven reflejados con el paso del
tiempo, se consagran.
Y
este es el caso de Jorge Alberto Solís Soto, chiapaneco que ha hecho de este
bello deporte su forma de vida.
Con
más de 20 años en la charrería, Jorge Alberto ha sabido encontrar el camino
para lograr grandes triunfos que le han permitido representar a Chiapas en
competencias nacionales.
San
Marcos fue quizá el equipo que más proyección le dio en el ayer. "Eramos
un grupo compacto, muy bien integrado, en donde cada uno de los que estábamos
ahí sabía que hacer y cuando hacerlo". Así se expresó el único charro que
hoy registra la historia de la charrería como el pentacampeón estatal.
En
este 2015 Jorge Alberto lo volvió a hacer. Nuevamente dejó ver sus habilidades,
conocimientos, experiencia que le llaman.
Con
el equipo "Relicario de Santa Clara" ganó el campeonato estatal
charro, lográndose imponer con los charros que integran a ese equipo a otros de
gran tradición en Chiapas.
La
suerte el no la conoce. Para él lo único que existe es preparación, disciplina
en el entrenar y sobre todo, tenerse mucha fe.
Ayer
alumno del gran charro chiapaneco Silvestre Gómez Pascacio. Así también, aprendió del gran Raúl Flores Dávila, reconocido maestro de
maestros de la charrerría oriundo de Guadalajara.
Hoy,
con el paso del tiempo, Jorge Alberto pasó de ser alumno para convertirse en
maestro charro. Enseñando, apoyando y empujando a todos aquellos que se acercan
a el en búsqueda de un consejo.
Eso
es lo que el ha dejado ver en su caminar por los lienzos en los que ha pasado
con sus caballos el fraile y el califa, quienes a la distancia que marcan los
años, los sigue recordando con el agradecimiento que se le guarda a los amigos
de toda la vida.
Con
ocho campeonatos con el equipo San Marcos de Tuxtla, diez campeonatos como
charro y cinco de ellos de manera consecutiva, hoy se encuentra en la
cúspide.
Por
ello, ha decidido hacer lo que hacen los grandes. Ser, crecer y trascender. Su
primer objetivo fue compartir con su hijo Jorge su experiencia en las lides
charras. Hoy su vástago es un joven charro completo experimentado y con un gran futuro en este deporte.
Pero más allá, Solís Soto tiene como su gran proyecto: el formar una escuela de charros.
Pero más allá, Solís Soto tiene como su gran proyecto: el formar una escuela de charros.
Desde
aquí le deseamos la mejor de las suertes a Jorge Alberto Solís Soto.
Que
sean los éxitos los que sigan caracterizando al campeón charro de Chiapas. Y
que sea su escuela la que permita seguir viviendo a manera de legado en las nuevas
generaciones, esas que tanto necesita la charrería chiapaneca.
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