Por: Luis Alberto Luna León
Escribir para muchos es pasión. Es comunicarse, crear
puentes entre quien lee y quien escribe. Es transportarse a épocas, momentos.
Es congelar sueños y ponerlos a la disposición de quien lee.
Escribir es hundir teclados con la fuerza de los
recuerdos. Para muchos eso es escribir y así lo han visualizado.
Sin embargo, Rodrigo Ramos Penagos, nuestro invitado en
la cabina de Reflejos Péndulo Radio, nos ha dado muestras de que estamos
equivocados.
Para él, escribir es sólo imaginar sin límites. Fuera
teclados, libretas. Escribir es imaginar.
Hoy Rodrigo ha publicado su libro “Planeta Escoria”. El
género literario escogido por él fue el suspenso. El mensaje es profundo: la pasividad del hombre ante un mundo
que cada día se desmorona debido a la inmoralidad, la falsedad, la corrupción y
la falta de conciencia por preservar nuestro planeta.
Personajes completamente ubicados en tiempo y espacio.
Sintaxis magistral. Historia con un mensaje tan necesario en nuestra sociedad
mexicana: el cuidado del mundo.
Con una enfermedad congénita como la artrogriposis
múltiple, Rodrigo se dio a la tarea de trabajar en un libro que para muchos
será un libro más. Pero para quienes conocemos la historia del autor, se
convierte en un libro simbólico.
Viene a representar un mensaje más allá del que
encontramos en las líneas del libro. Es el mensaje de que no existen barreras
para lograr alcanzar los sueños. De decirle al mundo que no hay fuerza más
poderosa que la que existe en la mente de cada uno de nosotros.
Rodrigo vive con una discapacidad que le limita el total movimiento
de brazos y piernas. Una enfermedad que no le permitió asistir a la escuela tradicional
y obligarlo a que su formación fuera completamente autodidacta.
Para muchos nacer con esta discapacidad los hubiera
puesto en un coma sicológico. Pero Rodrigo optó por otro camino, ese que se
construye día a día y que pocos deciden hacerlo como su trayecto de vida. Y me
refiero a inspirarse en sí mismo para salir adelante.
Con las lecturas que provenían de la biblioteca de su
madre, conoció las obras de los grandes. Quien iba a imaginar que su optimismo
por la vida y la fe en sí mismo lo convertiría en uno de ellos. Un grande. Así
lo vi cuando tuve la oportunidad de conversar con él, primero vía telefónica y posteriormente
en la cabina de radio. Y así lo ven aquellos que tienen la oportunidad de
conocerlo. Sus redes sociales dan muestra de ello.
Contento y riendo de todo. Quizá hasta de sí mismo. Así
es Rodrigo Ramos Penagos, un joven escritor que a sus 31 años le sonríe a las
letras y a un mundo lector para hacerlo reflexionar. No sólo con el mensaje de
su libro para la salvación del hombre y su entorno; sino para hacerlo
reflexionar que cuando existen un corazón y una mente sincronizados con el
triunfo, los muros si caen.
Que sigan los éxitos para Rodrigo Ramos Penagos. Muchos
necesitamos de él y de sus letras para seguir manteniendo la esperanza que vivir
es la mejor oportunidad para ser feliz.
Aquí la entrevista completa:
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