Tuve oportunidad de conocerlo muchos hace muchos ayeres.
Serio, formal, reservado. Esas eran las características de la
personalidad de aquel niño que participaría en un concurso de oratoria.
Yo no iba a imaginar que atrás de ese carácter en ciernes,
estaría un joven con metas muy bien definidas en su vida.
Y ese concurso de oratoria fue el comienzo de una trayectoria
en el mundo de la oratoria.
En nivel secundaria se involucró en diversas competencias
hasta llegar a destacar en los Torneos Académicos Intercolegiales en donde se
disputa en temas como español, matemáticas, formación católica, computación,
oratoria, declamación en inglés y español, así como en ciencias.
Tuve la gran fortuna de seguir compartiendo su esfuerzo y
dedicación por la palabra. Fueron más de tres concursos en los que pude
contribuir para su desempeño como orador. Horas y horas de ensayos, de revisar
videos, de practicar, de repetir y repetir cada línea escrita en los discursos.
Muchas fueron las horas en las que la practicábamos los discursos
improvisados, aplicando el apotegma de que los discursos improvisados en los
concursos son los que más se practican en la preparación previa a las
competencias.
De voz fuerte y de postura muy bien definida. Así inició en
los concursos y le pudo ir agregando la información de los libros que había
leído.
Y así, con esa entereza y decisión, Juan Carlos Reina Zúñiga fue
el subcampeón en el concurso municipal de oratoria “Belisario Dominguez” en
Tuxtla Gutiérrez en el año 2013, hasta llegar a conseguir el segundo lugar en
el concurso de oratoria del Premio Internacional Bachillerato Anáhuac celebrado
en Guadalajara, Jalisco en el año 2015.
Muchas felicidades, Juan Carlos. Sigue poniendo
el nombre de Chiapas muy en alto. Gracias por permitirme formar parte de tus
logros.