He tenido la oportunidad
de apoyar a niños en el mundo de la oratoria.
Todos ellos con la
esperanza de triunfar en las tribunas. Eso me motiva a poner mi máximo esfuerzo
y darles las técnicas que creo, puedan serles de utilidad en el momento de
disertar en la palestra.
Escribir un discurso,
modular la voz, el uso de las manos, el lenguaje corporal y gestual. Todo entra
en juego cuando de un campeonato se trata.
Y de esos niños
con los que he compartido clases, existe uno que hoy motiva estas palabras.
Diego Iván Reina Zúñiga
obtuvo el Primer lugar en el concurso de oratoria celebrado por la Secretaría
de Educación en Chiapas.
Y lo ha conseguido
después de haber logrado el primer lugar en el Torneo Académico Intercolegial
realizado en Chihuahua a principios del mes de Febrero, en donde se impuso ante
más de 60 oradores de todo México y de algunas partes de Sudamérica.
No tengo palabras para
describir mi orgullo y mi felicidad por este logro. A Diego Iván tengo la
fortuna de conocerlo más allá de ser mi alumno en oratoria .
Sé de su disciplina, de
su entrega, de su compromiso consigo mismo. Dedicado y ávido de reinventarse en
cada concurso.
Porque él y yo coincidimos que un orador no se construye con simples consejos. Esos los da cualquiera.
Porque él y yo coincidimos que un orador no se construye con simples consejos. Esos los da cualquiera.
Subir a tribuna y
pronunciar un discurso que alguien elaboró para ello no es ser orador. Quizá así se inicia en el mundo de la oratoria.
Un orador se construye
día a día, practicando, equivocándose y corrigiendo. Quedarse sin voz por tanto
ensayar el discurso. Aprender a respirar. Leyendo y sacando las frases más importantes de los libros
o de las notas de los periódicos. Rescatando la esencia de los poemas para
poder acomodarlos de una manera suave a la mitad de un discurso para hacer ver
que poesía también es oratoria. Y hoy todo esto lo hace Diego Iván.
Por todo ello hoy, desde
este espacio, le hago mi reconocimiento público a su gran talento en la
oratoria, pero sobre todo, a su sencillez como ser humano. Sin duda alguna esto
es lo que le abrirá cualquier puerta en la vida.
Que sigan tus éxitos,
Diego Iván. Te lo dije... Eres un grande!!! Dios te bendiga siempre.
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