Hoy el mundo empresarial exige
más y más.
Por una parte, está el
universitario, ese que buscará un espacio laboral a como dé lugar. Por otro
lado, está la empresa, esa que día a día está evolucionando.
Y en medio de estos dos, se encuentra
un puente.
¿Cómo accesar?
El alumno busca empleo cuando
está a punto de terminar su carrera. Y no lo hace por decisión propia. Lo hace
“motivado” por la necesidad del dinero para poder egresar. Pagos por la
titulación, pagos para el examen profesional, pagos por la encuadernación de la
tesis, entre otras cosas, son los causantes de esa búsqueda laboral.
Y cuando busca trabajo, el alumno espera ser contratado en un cargo directivo
por el solo hecho de ser ya un profesionista. Gran error.
No se da cuenta que el alumno debe de entrar a trabajar desde que inicia su
carrera. No importa el área, no importa el nivel.
Lo que las empresas quieren es saber si tienen como parte de su personalidad a
la estabilidad laboral. Si se han enfrentado a la normatividad de una empresa.
Si saben de cumplir horarios. Si han pertenecido a equipos de trabajo y saben
laborar como tal.
Pues bien, creo que como catedráticos y como alumnos tenemos mucho por hacer.
Hay que cambiar la brújula formativa. Debemos de tener siempre presente que lo
que en las escuelas de todo México se imparte es solo INFORMACIÓN, más no
CONOCIMIENTO.
Ese hay que construirlo a partir
de una nueva actitud en el alumno. Pero para que ello se logre, ambos deberán
de coincidir.
Y sobre estos temas conversamos
con Samuel Camacho, joven a quien le agradezco me haya invitado a conversar con
el auditorio de su programa “Régimen empresarial”.
La entrevista :
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