diciembre 31, 2023

Amistad



Gracias por tu amistad, Doris. 


Que gusto que desde la primaria me hayas permitido tu plática, tus consejos y esos momentos de risa y alegría. 




Abrazos.




Cuando una publicación se convierte en un abrazo para el alma. 


Muchas gracias. 










Antes de que termine.





Y antes de que termine el 2023, compartiendo lo bonito de lo vivido. 


¡Vamos con todo! 









Haciendo sinergia con grandes amistades.




Hasta Tabasco mi cariño para ti, Clau.
Gracias por tus palabras y por tu amistad. 

Y si. Vamos sin miedo. 






Feliz 2024


 

Estamos cerrando un año muy importante. Bueno, creo que todos los años son importantes. Nos dejan cosas positivas y aquello que, a primera vista puede ser negativo, para mí no lo es.

 

Al fin y al cabo, esos problemas nos dejan enseñanzas, aprendizajes que jamás debemos de pasar por alto en nuestros actos futuros.

 

Por eso hoy quise escribir. Hacer una catarsis con mis letras, con mis pensamientos y emociones.

 

Y hoy quiero hablar acerca de la fe. Si, en esa fe que muchas veces perdemos por la vida, por nuestros sueños.

 

Creo que el cierre de un año puede representar la oportunidad perfecta para retomar la fe. Pero no solo en aquello que esperamos que nos traiga el destino. No en aquel amor que anhelamos, en aquel trabajo que proyectamos o en aquella cosa material que hemos deseado.

 

No. En mi caso, quiero recuperar la fe en mi mismo.

 

Si, en aquella sensación de poder que te da cuando caminas con la fe a tal grado, que te sientes con la capacidad de gobernar el mundo, de sentirte dueño de calles. Tan poderoso que no temes a tus enemigos a pesar de que ellos desean verte derrumbado.

 

Si. De esa fe quiero escribir.

 

Creo que es necesario recuperarnos. A veces las adversidades son duros hachazos que recibimos en el alma y en el corazón. Nos lastiman a tal grado, que poco a poco se van desprendiendo de nuestro cuerpo, esos gajos de piel que llevan impregnadas la confianza en nosotros mismos.


Porque a veces, son tan fuertes y tan reiterativos los gritos que nos hacen los que nos rodean, que llegamos a creernos que somos esas personas que dicen que somos. Aguanté y aguanté mucha adversidad. Las huellas del camino sirven para ver por donde hemos caminado. Pero también dejan fuertes reflexiones. Nada queda en el olvido. Todo tiene presencia. 

 

Por ello, en este 2024 creo que serán 365 oportunidades que la vida me ofrecerá para fortalecer la fe en mi mismo. En tener confianza que una opinión sobre mí, pesa menos que las que muchos tienen. Que al final de los tiempos, seré el observador de lo que la propia vida me depure en lo que me rodea.


 No estoy acostumbrado a que las cosas estén para mi. Siempre he luchado por ello. Nada se me ha regalado. 


Vamos pues a cruzar el umbral del 2023 al 2024. Vamos a caminarlo con mucha paz, con anhelos, con sueños, con esperanzas pero, sobre todo, con mucha fe.

 

Y como siempre lo he dicho, la música es y será parte de mi vida.

 

Por tal razón, hoy quiero compartir una canción que es el fiel reflejo de lo que aquí expongo, observando en su letra la manera en la que nos podemos llegar a sentir cuando perdemos la fe y, además, dándonos cuenta que tanto en el video como en la vida misma, al final de las cosas, cuando nos sentimos perdidos, podemos voltear hacia atrás y darnos cuenta de que sólo aquellas personas que nos aman sin condición alguna, serán las que nos acompañen para juntos renacer. Gracias por lo que se fue. Gracias por lo que decidió quedarse y gracias por todo aquello que, estoy seguro, llegará. Agradeciendo siempre a quienes ven lo que yo hago, lo que yo aporto. Y a quienes nunca lo vieron, también gracias. 

¡Feliz 2024!






diciembre 30, 2023

La espera





Me encuentro en una habitación, a media luz. 

 

Cerca de mí se encuentra mi hermanita. Y estamos a la espera de que todo avance satisfactoriamente en la salud de mi mamá.

 

Y en este lapso, me pongo a conversar con quien yo jugaba siendo niño.

 

Hoy, su plática y su opinión de mujer, es muy valiosa para mí. Ver las cosas desde diferentes ópticas es algo que yo siempre procuro.

 

Chimamanda Adichie, una escritora nigeriana, dictó una conferencia que se encuentra en youtube que la  llamó "El peligro de la historia única".

 

Y lo que esa escritora expresa, viene a confirmar lo que siempre he pensado... "una golondrina no hace verano". Pasa lo mismo con las opiniones: una opinión no nos define. Todo acto o suceso tiene varias formas de verlo. Diferentes perspectivas. 

 

Y dentro de nuestra conversación, abordamos varios temas. Y uno de ellos fue el tema de la espera.

 

Ahí nos centramos en esperar la mejoría de mi mamá y, ante ello, le comenté sobre un cuento de un escritor argentino que es de mis favoritos. Y me refiero a Jorge Bucay.

 

Aquí les comparto este hermoso cuento que usa al amor como el vehículo para transportarnos y hacernos ver que esperar, o hacer esperar, es algo tan valioso como el propio amor.

 

Aquí el texto :

 

Érase una vez una preciosa princesa que buscaba con quien casarse. Su padre le presentaba nobles y príncipes de todos los reinos cercanos, pero ella quería encontrar el amor verdadero.

 

Por eso, propuso al rey que se casaría con el joven (noble o no) que se quedara durante un año al otro lado del muro de su habitación, esperando que ella lo eligiera. De esa forma conocería a la persona capaz de dejarlo todo por su amor, el joven que de verdad la quisiera con todo su corazón.

 

Así, el rey hizo el anuncio y se presentaron miles de jóvenes. Todos llegaron con mucho ánimo, pero enseguida comenzó el frío invernal, y la falta de alimentos y cobijo.

 

Muchos de los pretendientes decidieron que el amor de la princesa no valía la pena y se marcharon a sus casas.

 

Cuando llegó el verano, la comida y el agua eran prácticamente inexistentes, y el calor hizo que casi todos se marchasen finalmente a sus hogares.

 

Solo un joven decidió quedarse, ya que amaba en secreto a la princesa desde la primera vez que la vio. No era noble, y esa era su única oportunidad de conseguir su amor, así que se mantuvo allí.

 

La princesa se fijó en él, y no tardó mucho en picarle la curiosidad y querer conocerle. Se disfrazó de campesina, y cada semana le visitaba con agua y alimentos. Poco a poco fue conociéndole, y dándose cuenta de que aquel joven la amaba de verdad.

 

Unos meses antes de que se cumpliera un año, la princesa ya había decidido que al terminar el tiempo establecido se casaría con él, y así se lo hizo saber a su padre.

 

El rey se puso muy contento y comenzó los preparativos, avisando al joven de que su presencia era requerida en la sala del trono el día que se cumplía un año del comienzo.

 

Cuando ya solo le quedaban unas horas para cumplir un año, el joven se levantó del sitio en el que había pasado los últimos 364 días, y se marchó a su casa.

 

Su madre, extrañada, le preguntó por qué no había podido aguantar unas horas más, si ya había sido capaz de soportar casi un año con tal de casarse con su amada princesa.

 

El joven, abatido, le contestó que le habían contado que la princesa llevaba meses visitándole, y que había decidido casarse con él, pero aún así, ella no le había evitado el sufrimiento de pasar allí hasta la última de las noches y los días correspondientes.

 

La princesa había decidido que le amaba, pero no lo suficiente para dejar de hacerlo esperar hasta cumplir el año y no hacerle sufrir más.

 

Una persona así no merecía que se sufriera por ella, aunque fuese la princesa a la que amaba desde niño. "Una persona tan egoísta, ciega y desconsiderada no merece mi amor", le expresó el joven a su madre.

 

Esta corta historia nos muestra cómo una persona que verdaderamente te ama, si puede evitarte una noche de sufrimiento, lo hará. En todas las relaciones hay momentos bajos, e incluso momentos de dolor; el problema llega cuando la otra persona, aún sabiendo que su ausencia y la espera te produce dolor, no deja de hacerlo conscientemente y, peor aún, te observa sin hacer algo, igual que la princesa observaba al joven.

 

Cuando estás en una relación, y te das cuenta de que pudiendo evitarte una mínima parte de sufrimiento, el otro no lo hace, es porque todo se ha terminado.

 

Por ello, a todos aquellos que sean importantes para nuestras vidas, jamás los hagamos esperar y mucho menos, los dejemos esperando de un te amo, de una caricia, o de hacerle saber lo mucho que los necesitamos. 


Golosinas





Pues aquí estamos, fumando un cigarrillo con la añoranza del ayer y con la esperanza del mañana. Y aunque la metáfora me ayuda para enviar un mensaje, ese cigarro sabe más rico en mis historias que en mis labios. Ya no fumo. 

 

Hoy me encuentro convencido. A punto de cerrar el teatro. Dispuesto a bajar el telón. Se acabó lo que muchos llaman "el show", esos que dan los payasos. 

 

Quizá estoy así por no tener nada que hacer mientras acompaño a mi mamá en el cuadro de neumonía que tiene y que llegó sin avisar. Tal y como llega y como se va la vida. 

 

Pero estamos de pie. A punto de quitarme el maquillaje. Los shows se acabaron.  No solo por cierre de año. Se acabó la temporada y era la última.

 

Ya no me haré el comprensivo ante la vida para después hacerme el ofendido y al final victimizarme como muchos imaginan. Se equivocan una vez más. 

 

Y escribiendo este texto, vino a mi mente un poema escrito por un brasileño.

 

 Y no, no es la pluma del gran Paulo Freyre, uno de mis íconos literarios. 

 

Tampoco es de Daniel Boaventura, ese brasileño que gusto escuchar sus canciones y ver sus videos cuando decido vivir una bohemia algún fin de semana. 

 

No. El poema no es de ninguno de ellos. 

 

En esta ocasión es del brasileño Mario de Andrade. 

 

En él, está reflejado mi sentir. Exactamente el que habita en mi mente y en mi corazón. 

 

Por eso aquí lo comparto. Esperando que sirva de reflexión para todos aquellos que, como yo, estén tomando decisiones de vida. 

 

Y si lo que describe el poema, es algo que ya han conversado con alguien más en algún momento de sus vidas, pues es momento de hacer que esa plática valga la pena. 

 

Aquí el poema... 

 

"Golosinas" 

 

Conté mis años y descubrí que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora.

 

Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces; los primeros los comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente.

 

Ya no tengo tiempo para reuniones interminables donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.

 

Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.

 

Mi tiempo es escaso como para discutir títulos. Quiero la esencia, mi alma tiene prisa… Sin muchos dulces en el paquete…

 

Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana. Que sepa reír de sus errores. Que no se envanezca con sus triunfos. Que no se considere electa antes de la hora. Que no huya de sus responsabilidades. Que defienda la dignidad humana. Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.

 

Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.

 

Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas… Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñaron a crecer con toques suaves en el alma.

 

Sí…, tengo prisa…, tengo prisa por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.

 

Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan… Estoy seguro que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.

 

Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con los que decidan estar a mi lado y con mi conciencia.

 

Tenemos dos vidas y la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una.


diciembre 29, 2023

Cerrando el año.


 


Cerrando el 2023 como me gusta. Trabajando. Con la representación de la titular de la Secretaría General de Gobierno, participé en la sesión extraordinaria del Comité de adquisiciones, arrendamientos y servicios de esta misma dependencia.

 

En ella, se contó con la participación del Coordinador Técnico de la SGG, así como el titular de la unidad de apoyo administrativo, de planeación, de recursos materiales y servicios generales de la misma entidad gubernamental; así como con la representación de la Secretaría de la Honestidad y de la Función Pública.





diciembre 28, 2023

Junta de Gobierno de la Procuraduría Ambiental de Chiapas


 

Con la representación de la Secretaría General de Gobierno, participé en a 4ª Sesión ordinaria de la Junta de Gobierno de la Procuraduría Ambiental de Chiapas.

 

En dicha sesión se hicieron presentes los representantes de la Secretaría de Hacienda, de la Secretaría del Agricultura, Ganadería y Pesca, de la Secretaría de la Honestidad y de la Función Pública, así como de la Secretaría del Medio Ambiente e Historia Natural del Gobierno de Chiapas, en su calidad de Presidente de dicho órgano de gobierno.







Junta de Gobierno Talleres Gráficos de Chiapas


 



Con la representación de la Secretaría General de Gobierno, participé en a 4ª Sesión ordinaria de la Junta de Gobierno de Talleres Gráficos de Chiapas.

 

En dicha sesión se hicieron presentes los representantes de la Secretaría de Hacienda, de la Secretaría de la Honestidad y Función Pública, así como del Instituto de Comunicación Social del Gobierno de Chiapas, en su calidad de Presidente de dicho órgano de gobierno.








diciembre 27, 2023

En mi voto va mi esencia.


 

Entre Sigmund Freud y Daniel Goleman, me voy por Goleman.









diciembre 26, 2023

Panel de expresión jurídica en la FLDCH






En la Facultad Libre de Derecho de Chiapas se llevó a cabo el “Panel de Expresión Jurídica”, evento organizado por los estudiantes de 1er semestre.

 

Mujeres y hombres estudiantes de leyes, se hicieron escuchar con temas como el medio ambiente, los hombres del campo, la violencia hacia la mujer, explotación infantil, pobreza, la discriminación y muchos más.


Estos alumnos, en los que no existía ninguna experiencia en oratoria más allá de la alcanzada en clase, elevaron la voz para dar a conocer su punto de vista sobre el tema disertado y la propuesta que ofrecen como futuros abogados a una sociedad.

 

A cada uno de ellos quiero decirles que me siento muy orgulloso de su participación. Y los invito a que sigan construyéndose, así como hasta ahora lo han hecho, con información, con propuesta, con leyes, con literatura, con responsabilidad y con compromiso; pero sobre todo, con el conocimiento de la realidad social que todos queremos mejorar. Que sigan sus éxitos.