Así
diría alguien implorando la presencia del Chapulín Colorado en un programa de
televisión por demás conocido; pero hoy, en todo el país es la incógnita que
prevalece en la juventud mexicana.
Esta
interrogante puesta de moda por el escritor y actor contemporáneo que mas
ha difundido nuestra comedia mexicana por el mundo, y me refiero a Roberto
Gómez Bolaños, ha cobrado vigencia entre la comunidad de hombres y mujeres
que gustan y aman a esa rama de la cultura como lo es la oratoria.
Pero,
ustedes se preguntarán: porque abordar a la oratoria en este espacio virtual?
Es simple, más simple de lo que se cree.
En fechas recientes se acaba de llevar a cabo la entrega de
la Medalla Dr. Belisario Domínguez en el Senado, la
cuál fue decretada por Adolfo Ruíz Cortines para premiar a los
hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud
en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad. En este
año fue entregada al Dr. Jesús Kumate, quien fuera Secretario de Salud en
México en el periodo 1988-1994.
Sin duda una distinción muy atinada la que realizó el
Senado de la República. Hablar del Dr. Kumate es hablar de alguien que con
anterioridad ha recibido distinciones por su aporte a la ciencia en los países
de Guatemala, Francia, Japón, Italia, entre otros más; así como de
organizaciones internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para
la Infancia. En resumen: Se distinguió a alguien que se ha distinguido
por su caminar ético y de investigación.
Sin embargo, hablar de Belisario Domínguez
Palencia no se reduce a hablar solo de esta medalla. Es hablar mucho más allá,
todavía por arriba de ese excelso discurso pronunciado en septiembre de 1913 en
el Congreso Mexicano y que fuera el motivo de su asesinato por el Presidente
Victoriano Huerta. Le cortaron la lengua.
En tierras chiapanecas, en el municipio de
Comitán de Domínguez, lugar que es la cuna de ese prócer mexicano, se honra año
con año su memoria con un evento solemne, muy solemne. Y ahí, se lleva a cabo un discurso.
¡Libres por la palabra Libre! Es una frase que retumba y forma parte del
discurso oficial. El orador se llena la boca con esa frase….. y se acabó. No
hay más.
Pero ¿porque todo este antecedente? Por una razón: se ha quedado en el olvido el
fomento de lo que sirvió a Belisario Domínguez Palencia para alertar a la
patria de los abusos de Victoriano Huerta, y estoy hablando de la Oratoria.
Año con año, en ese bello municipio se llevaba
a cabo un Concurso Nacional en el seno del Teatro Junchavin, lugar en donde se
daban cita los mas grandes oradores que han pasado por la historia nacional de
nuestro país.
El
Concurso Nacional de Oratoria “ Dr. Belisario Domínguez” era un punto de
referencia entre la comunidad de oradores de México. Esta fiesta de la
palabra, tuvo sus orígenes en el sexenio del General Absalón Castellanos
Domínguez, quien fuera Gobernador de Chiapas específicamente en 1984.
Fue
la Asociación de Estudiantes Comitecos radicados en el DF., quien se encargaba
de llevar a cabo los aspectos organizativos y de logística, con apoyo, por
supuesto, de los gobiernos del estado y municipal. Es en 1986, cuando se
concibe también organizar anualmente el Certamen Nacional de Declamación
"Rosario Castellanos".
Ambas
justas lograron con el paso del tiempo el reconocimiento nacional e incluso
internacional, porque acudían a la entidad los maestros del buen decir
aglutinados en clubes y círculos de expresión artística de todo el país. Hoy
todo ha quedado en el olvido. Ni oratoria ni declamación.
"Ni
pa’tras ni pa’delante" –dirían en mi pueblo-.
En pocas palabras: ¿la cultura? ¡No importa!
Y
aquí no se vale decir que sólo es responsabilidad de los gobiernos municipales
el llevar a cabo la realización de estos eventos, el de Comitán para ser más
específicos.
No,
aquí hay que hablar de la participación de los gobiernos estatal y federal.
Tener
al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes al mando de Sari Bermudez
Ochoa, tener al Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas al mando
de Oscar Oliva Ruiz; a una Secretaría de Educación a cargo de Reyes Taméz y a
Alfredo Palacios a nivel federal y estatal, respectivamente; es hablar de que
dentro de su Programa Operativo Anual no se contempla a la Oratoria ni a la
declamación como objetivos importantes. Ni pensar en el Plan Nacional de
Desarrollo. Vicente Fox no gusta de ello o al menos, eso es lo que
deja ver.
¿Que
incongruencias, no? Se recuerda al Prócer chiapaneco pero se olvida fomentar
entre la juventud a lo que lo hizo Prócer. ¡Bah!
Todo
esto sale a flote, debido a que fui invitado a participar como parte del Jurado
Calificador del “1er. Concurso Interuniversitario de Oratoria 2006”junto
al lado de dos personalidades de la oratoria y de la declamación del Estado de
Chiapas.
Claudia
Orantes Palomares – actual Regidora Municipal de Tuxtla Gutiérrez- y
Carlos Sergio Montesinos Kramsky – funcionario de primer nivel del Congreso del
Estado- fueron las personas con las que tuve la difícil tarea de elegir al
orador mas destacado de esta competencia. Los dos grandes oradores
chiapanecos.
Fuimos
convocados por la Cámara JuniorInternacional de San Cristóbal
de las Casas, Chiapas; la cual está encabezada por el Lic. Rodolfo Samayoa
Zepeda y por Ana Valdivieso Hidalgo, Vicepresidenta Ejecutiva Nacional. La
ganadora de este concurso fue Marlene Marisol Gordillo Figueroa, alumna de la
Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chiapas.
Los
discursos, los temas de agenda nacional, los jóvenes en pleno en el auditorio,
los oradores, los padres de familia, las autoridades de la Facultad de Derecho
–anfitriona del evento- todo ello se conjugaba en un mismo tiempo, en un mismo
escenario, cada uno de ellos fueron el confeti de la fiesta del buen decir.
En
este Certamen pude corroborar que el gusto por la oratoria es un común
denominador entre la juventud chiapaneca, y que decir de la de todo el país,
toda vez que existen generaciones que claman por este bello arte y que año con
año se quedan con las maletas en la puerta esperando la realización del tan
sonado y aclamado Concurso Nacional de Oratoria Belisario
Domínguez y por lo visto, seguirán así. Esperando.
¿Nombres?
Aquí van: Omar Venegas Quintana de Chihuahua; Gabriela Gaxiola de Baja
California Norte; Moisés Molina Reyes de Oaxaca; Jesús Peña Santamaría de
Veracruz; Layla Lorena Flores Terrazas de Quintana Roo; Alfonso Martínez
Córdova del D.F.; Héctor Manuel Hidalgo Torres y Victor Kan Izquierdo de
Tabasco, Leobardo Rodríguez Juárez de Puebla, Susano García García de
Tamaulipas; Reyes Eliud Cíntora y Jennifer Islas del Estado de México, Adolfo
Rodríguez Tapia de Morelos, Fernanda López Villegas de Queretaro; entre muchos
más. Un verdadero Bloque Nacional Juvenil de la oratoria.
Jóvenes
que vienen a representar el compromiso y la entrega que por la palabra existe
en el país. Oradores que han destacado en sus respectivos Estados y que dan
muestra que la preparación y el talento cuando se unen siempre dan como
resultado el éxito.
Cada
uno de ellos ha demostrado que los campeonatos estatales y nacionales ganados,
no son como respuesta de la improvisación o del dedazo. Que en cada tribuna han
puesto todo para hacer que la palabra siga caminando por todo el país.
Que
gusto me dará que al pasar los años todos los citados sigan en la oratoria,
pero más aún, logren alcanzar sus objetivos profesionales apoyados en el arte
de la palabra.
Y
cito esta referencia porque al igual que mis amigos oradores de todo México, en
el evento realizado por la Cámara Junior Internacional, es
un claro ejemplo de que ahora son las organizaciones sociales las que están
buscando continuar con el fomento y desarrollo de las diversas disciplinas que
son tema de este espacio.
Considero
que debe de existir una reorientación de las políticas públicas en este
sentido. El gobierno debe de tener presente que lo que nos ha distinguido a
nivel internacional y que nos da presencia en el ámbito mundial son
precisamente los hombres y mujeres que han aportado a la cultura importantes
legados.
¡Por favor! Que retomen lo que nos está
permitiendo tener la nariz por arriba del agua. La oratoria y la declamación
necesitan urgentemente ser sacadas del ostracismo y sean impulsadas para darle
espacio de participación a los jóvenes que tienen puestas sus esperanzas en
ellas. A México le hacen falta oradores de buen nivel, preparados y con visión
estadista.
No
caigamos en ese “ lado cómodo” y dejemos solas a las organizaciones sociales en
el desarrollo de algo que nos interesa a todos. Ellas están haciendo su labor,
pero el gobierno debe de cumplir con su obligación.
Porque a diferencia de la televisión, los mexicanos no
contamos con un Chapulín Colorado que pueda decir ...“no contaban con mi
astucia".
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