Luis Luna León sábado, marzo 09, 2019 0 comments jovenes oradores luis luna leon oradores chiapanwecos oratoria chiapas rubiel gamboa munza Cuando agradecer no basta Home » jovenes oradores » luis luna leon » oradores chiapanwecos » oratoria chiapas » rubiel gamboa munza » Cuando agradecer no basta El Ayuntamiento Constitucional de Chiapa de Corzo y la Asociación civil que encabeza el Mtro. Rubiel Gamboa Munza han decidido realizar acciones que van enfocadas a promover la oratoria en la niñez y en la juventud en el Estado de Chiapas en este 2019. Y dentro de estas acciones, se encuentra el organizar un concurso en donde se den cita aquellos que han hecho de la palabra su instrumento para demostrar su preparación, su lectura, los libros, el conocimiento de la realidad social, pero sobre todo, el inmenso sentimiento que por la oratoria tienen para abrirse paso en este mundo tan diverso y tan complejo. Y han decidido denominar al concurso con el nombre de quien hoy escribe. Ellos refieren que lo han nombrado así, por el reconocimiento al trabajo que por la oratoria he realizado por muchos años en la niñez y en los jóvenes de Chiapas y de México. Alumnos míos han participado en muchas competencias y, gracias al inmenso talento que en ellos existe, han podido alcanzar los primeros peldaños de las diversas competencias municipales, estatales, nacionales e internacionales en las que han incursionado. Hoy recibo con profunda emoción esta distinción. Ver mi nombre encabezando la convocatoria que regulará los trabajos del concurso que se desarrollará en Abril de este año es algo que me honra, pero a la vez me compromete. Me compromete a seguir leyendo; a seguir estudiando; a seguir de cerca con los jóvenes; a seguir de necio para que encuentren su yo interno cuando practicamos para un concurso; a continuar moviendo emociones en ellos para que confíen en ese ser que desde dentro les grita que si pueden; a seguir reflexionando con ellos que la derrota es parte del éxito; a seguir convencido que es en los niños en donde está la semilla del cambio; a seguir en las aulas para quitar las vendas en mis alumnos y puedan darse cuenta que la verdadera escuela está fuera de los salones y hay que prepararse día a día antes de salir a ella para enfrentarse con coraje pero también con valores. No, agradecer no basta. Hoy seguirá mi compromiso en seguir buscando y apoyando a los jóvenes que no forman parte de las estadísticas de la delincuencia; me compromete a seguir creyendo en el niño que tiene sueños y a decirle sin mentiras que un hombre ya pisó la luna que aparece en los cómics de su súper héroe en la ciudad gótica. Me compromete a hablar con los jóvenes para hacerles ver que un orador no participa sólo con su discurso sino con también con sus actos. A que comprendan que son frases vacías aquellas que no se viven, no se sienten. A que entiendan que intentar y no ganar es sinónimo de avanzar. Me compromete a decirle a mi alumna que no importa quien la acompañe a su lado sino que importa más quien ella lleve dentro de sí, esa que ella misma puede construir para convertirla en una mujer inquebrantable, resiliente, con valor y de valor. Me compromete a decirles hasta el cansancio a mis alumnas y mis alumnos que el mejor orador no es aquél que discute detrás de un teclado. Me compromete a seguir haciendo de la oratoria el instrumento perfecto para que la niñez y la juventud pueda cambiar su mundo para después cambiar el mundo. Para que transformen su miedo a los concursos por la emoción que brinda el hablar con sentimiento. Sí, me compromete y es algo que asumo con la responsabilidad que me da el saber que la tarea no está terminada. Que aún falta mucho por hacer y que tengo que seguir haciéndolo porque agradecer no basta; ya que sería como que el campesino se limitara a agradecer la lluvia y dejará de cuidar los frutos de lo sembrado. Y no. Una vez más, no. Agradecer no basta. Share This To : Facebook Twitter Google+ StumbleUpon Digg Delicious LinkedIn Reddit Technorati
0 comments:
Publicar un comentario