Luis Luna León martes, febrero 18, 2025 0 comments No se ve. Home » Unlabelled » No se ve. He de confesar que hoy sé lo que es amar lo que no se ve.Es como el gancho de acero que usan las camionetas para jalar un remolque que, por lo regular, es más pesado que ellas. Así me encuentro cuando camino por estas calles de la Ciudad de México. O quizá debo de escribir CDMX como lo indica la última reforma jurídica para denominar a esta ciudad. Me jala a ella su clima, con un aire fresco que por las noches termina obligándome a arroparme más. Recorrer el centro histórico me trae grandes recuerdos, ya que muchas veces lo hice de la mano de mis padres siendo niño. Tiempo después, allá por el año 2000 radiqué aquí, en la CDMX. Un buen amigo me abrió la puerta al gobierno federal y tuve la oportunidad de laborar en esta ciudad que nunca duerme. Que te abraza pero jamás te ve. No existes. Eres uno más dentro de los millones de sus habitantes que día a día se levantan y se mueven al ritmo que les marca la música de la vida. Y hoy, nuevamente estoy aquí, respirando smog pero también nostalgia. Esa nostalgia que me avienta de inmediato a mi tierra chiapaneca. Sin embargo, también me inunda una felicidad por todo lo que esta ciudad me está ofreciendo. Oportunidades, espacios, proyectos. Todo eso llegó a mi sin avisar. Siempre he creído que nunca hay que darle la espalda a lo que la vida nos manda. Positivo o negativo. Todo dependerá de tu manera de vivir. Vaso medio lleno o medio vacío. Todo es con base en la perspectiva que se le quiera dar. Y en mi caso, todo es positivo. Gracias a la vida por permitirme tener un filtro natural a todo aquello que formaba parte de mi vida y que hoy ya no está. Gracias por cada cosa que se fue. Bendiciones en ese viaje sin retorno. Hoy le abro los brazos y doy la bienvenida a lo que llegó para no poner a prueba ni mi amistad, ni mis sentimientos y mucho menos mis capacidades. Por eso hoy estamos aquí, escribiendo estas letras en plena cafetería de este hermoso lugar de coyotes, el significado náhuatl de “Coyoacán”; y teniendo a solo unos metros de mí al museo de la gran Frida. Respirando nuevos aires, construyendo nuevas amistades y agradeciendo la mano generosa de amigos de antaño con los que nunca perdí comunicación, mismos que me han permitido unirme a sus esfuerzos y alcanzar mis propias metas. No cabe duda que la vida siempre nos sorprenderá. De pronto todo cambia para dar paso a nuevos escenarios. Y como soy un necio en convertir en letras las historias propias o ajenas, aquí estamos, hundiendo los dedos en este teclado para hacer saber que siempre hay oportunidades para transformar, para construir y para avanzar. Hasta pronto. Share This To : Facebook Twitter Google+ StumbleUpon Digg Delicious LinkedIn Reddit Technorati
0 comments:
Publicar un comentario