En fechas recientes leí acerca de la Universidad de Yale. La acérrima enemiga de la Universidad de Harvard, ha decidido venir a México a buscar jóvenes destacados para becarlos académicamente.
Y es que la Universidad de Yale es por demás una de las instituciones más importantes de los Estados Unidos. Y para darnos una idea de lo que estamos hablando, señalaré que esta universidad ha graduado a más presidentes de Estados Unidos en la época moderna que cualquier otra universidad. Desde el año 1972 un graduado de Yale ha estado presente en la contienda para la presidencia.
Además, no solo en la política tiene presencia, ya que seis de sus graduados han ganado el Premio Nobel desde 1994. En el ámbito empresarial, y de acuerdo a la revista Fortune, Yale ha graduado más directores ejecutivos de compañías "Fortune 500" que cualquier otra universidad. ¿A poco no estamos hablando de una buena noticia?
Así pues, esta Universidad ha puesto los ojos en las escuelas públicas, a fin de llevar a jóvenes mexicanos a estudiar licenciaturas. Y no les interesa la situación económica del joven estudiante o de los padres. Eso es lo de menos. El objetivo es ese: apoyar a quien no tiene los recursos financieros para ingresar y mantener sus estudios en dicha universidad. ¡Imagínese usted la importancia de todo esto!
Y son tres requisitos para obtener las becas. El primero de ellos es contar con altos promedios. El segundo es que manejen el idioma inglés. Y por último, la Universidad puso como un requerimiento el demostrar en entrevista con personal universitario, que tienen actividades extracurriculares comunitarias importantes. Es decir, que el sentido social esté en la mente del joven mexicano.
Me queda muy claro que en México hay jóvenes talentosos. De eso no tengo la menor duda. ¿Ejemplos de ese talento? Uff, muchos. Hablar de jóvenes destacados es hablar de Emanuel Johansen Campos y Carlos Elías Franco Ruiz, jóvenes mexicanos que resultaron campeones mundiales de geografía en el 2007.
Es señalar también a Belem Reyes Santiago (Veracruz), Israel González (Sonora) y Ángel Miguel Flores (Tabasco), quienes acudieron a Londres representando a México por su amplio conocimiento en proyectos ambientales.
Es también citar a César Augusto Cíntora Ordoñez (Edo. De México) Verónica Trujillo Sánchez (Chiapas) y Leobardo Rodríguez Juárez (Puebla) quienes destacaron en los tres primeros lugares en el Concurso Nacional de Oratoria celebrado en este año.
Así también, es hablar de Marco Aurelio Ramírez Corzo, joven talento recientemente galardonado con el premio nacional por el Instituto Tecnológico Autónomo de México por su trabajo de investigación denominado “"Análisis bayesiano completo de una poisson sobre-dispersa para la estimación de sonr".
¡No si por talento no paramos!
A mi lo que me deja un poco desconcertado es porque no es México quien otorgue becas a esos talentos. ¿Qué para México no son importantes y para el extranjero sí? Eso es lo que a mi no me queda muy claro.
Esos jóvenes talentosos, que con hechos han demostrado su preparación y dedicación al estudio de las matemáticas, de las ciencias sociales y de las ciencias naturales están abriéndose paso a solas. Con el apoyo gubernamental insuficiente (por no decir “nulo”) para lograr lo que hasta hoy han logrado.
Y surgen preguntas. ¿Que procedimiento realiza el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT para otorgar sus becas? ¿Será acaso que las becas que otorga son para hijos de funcionarios del gobierno o para los familiares de los diputados o senadores? Si así es, que mal estamos.
Ya se parecen a los diputados chiapanecos que realizaron el Primer Parlamento Juvenil en el Estado. Dicho parlamento estuvo integrado por los hermanos y parientes cercanos de los actuales legisladores. Es más, hasta hijos de exdiputados locales y federales por Chiapas aparecieron en la foto del recuerdo.
Porque si nos vamos al concepto de Parlamento, dicho colegiado debe de estar integrado por la representantes elegidos por el pueblo que tiene atribuida la misión principal de expresar la voluntad de éste, formulando y aprobando normas jurídicas e interviniendo con propuestas en la integración y funcionamiento de otras instituciones del Estado.
Mi respeto para los que integraron el parlamento. Pero no puedo dejar de mencionar que los jóvenes discapacitados, indígenas, deportistas, poetas, literarios, músicos y hasta los artesanos jóvenes de Chiapas no estuvieron presentes. ¡Y vaya que si los tenemos!
No hubo “elección” ni hubo “representatividad” en dicho colegiado. Y lo mas doloroso del caso es que dicho evento estuvo organizado por los jóvenes diputados que integran la actual legislatura local.
El “dedazo” que antes ellos criticaban por cerrarles el paso, hoy son ellos quienes lo usaron para cerrar el paso de los jóvenes que están (como ellos lo estaban en el pasado) preparándose día con día, pero que no cuentan con “abolengo político” ni con recursos económicos para tener voz y rostro. Que paradójica es la vida. Se aplaude la idea y el esfuerzo del evento, pero no el procedimiento para su realización.
De igual forma lo señalamos para el CONACYT. Habrá que hacer una exhausta revisión a las políticas públicas que regulan el marco jurídico o administrativo en el rubro de Apoyo becario a la juventud. Y no solo en el CONACYT, sino en todas las instancias de gobierno que tienen presupuesto para becas de estudio.
Afortunadamente la mano amiga que viene del extranjero está con la palma abierta, dispuesta a apoyar y llevarse a los cerebros más brillantes de todo México para prepararlos en sus aulas.
Pero…¿en donde está la mano amiga en México? ¿Será que esa mano solo sirve para escribir el discurso? Son solo dudas.
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