Derechos Reservados para Luis Alberto Luna León
La comodidad del actuar.
El mundo de la democracia está conmocionado.
Irán esta viviendo una crisis democrática que ya ha arrojado saldos negativos. Son 7 los muertos que han presentado las diferentes manifestaciones de su pueblo. Hombres y mujeres que han defendido hasta con su vida su voto.
Todo parece indicar que hubieron anomalías en las elecciones presidenciales y ya el Consejo de Guardianes de ese país islámico informó que está listo para realizar el recuento de los votos disputados.
El candidato reformista Mir Hossein Mousavi -cuyos seguidores se manifiestan en las calles de Teherán- ha puesto en cuestión la reelección del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, alegando que hubo fraude. Muchas boletas electorales han sido quemadas y otras, han sido rotas, destruidas.
Todo esto esta pasando en búsqueda de que la decisión de una mayoría sea respetada. Los excesos se hacen de manifiesto. Estoy en contra de la violencia. Pero son un claro ejemplo de lo que para muchos países significa el votar.
En México, estamos a escasos 15 días de las elecciones en todo el país. Y curiosamente, ha estado circulando en el internet y en las redes sociales, invitaciones a unirse a grupos de los diversos candidatos de los institutos políticos.
Sin embargo, hay dos aspectos que a mucha gente ha llamado poderosamente su atención. El Voto en blanco y “quebrar” el voto.
A través de correos electrónicos y de redes sociales, mexicanos están invitando a otros mexicanos a dejar el voto en blanco o bien, a “quebrar” el voto, es decir, a romper la boleta electoral en el momento de depositarla en la urna.
Y esa invitación que realizan, la respaldan con diferentes posturas ciudadanas, como el hecho de estar... “hasta el carajo (sic) de ver que elección tras elección tus representantes solamente se enriquecen o bien, que no hacen nada; si piensa el mexicano que los partidos políticos solo buscan su beneficio personal, o si creen que el Instituto Federal Electoral no hace bien su trabajo".
Cualquiera de estas mentalidades representa el motivo necesario y suficiente para “quebrar” el voto o depositarlo en blanco.
En principio, no comparto esta postura de votar en blanco o bien, de “quebrar” el voto (que en términos apropiados debería de denominarse “romper”).
Y no la comparto porque para mí, es el camino más cómodo de hacer las cosas. Es caminar por el sendero de lo fácil, de lo que no requiere compromiso ideológico, moral, social, político y humano.
Es no hacer nada, buscando con ello, lograr hacer algo.
De acuerdo con diversas fuentes normativas a las cuales tuve oportunidad, estas invitaciones dejan ver un claro y alto desconocimiento en materia electoral, toda vez que un voto en blanco o bien, la boleta rota en la urna, de conformidad con el articulo 289 del código de elecciones y participación ciudadana del Estado de Chiapas, debe estimarse nulo o inválido, pues la boleta depositada no se encuentra marcada conforme lo establece el diverso numeral 280 de la legislación en cita. Algo igual señala la norma federal.
Por tanto, lo que sucederá el día de las elecciones para todos es muy claro.
Serán contabilizados por los escrutadores solo aquellos votos que reúnan las características enmarcadas en el COFIPE o bien, en los diferentes Códigos de elecciones y participación ciudadana en las diversas entidades del país. Los “quebrados” o “en blanco” serán desechados del conteo.
La pregunta es…¿Quién sale perdiendo? ¿Los políticos? No. ¿Los candidatos? No. ¿El I.F.E.? No. Ninguno de ellos. La autoridad expedirá constancias de mayoría y declarara ganadores a los diversos candidatos que así señalen los conteos. ¿Se logro el objetivo que perseguían estas invitaciones? No. En lo absoluto.
El único perdedor es el pueblo. Si, la sociedad. Porque desaprovecho su voto. Así de simple y de sencillo.
Por ello, creo que estas invitaciones a hacer las cosas cómodamente no es lo más conveniente en la lucha por la democracia.
La historia lo ha demostrado una y otra vez. La abstención no es la solución. Ni lo será el voto en blanco ni “quebrar” los votos.
Creo que si escogemos el camino más sinuoso y responsable, si lograremos cambiar al sistema político mexicano. Y no necesitamos de los partidos ni de los políticos. Lo podemos hacer los ciudadanos.
¿Cómo? Sencillo. Analizando las propuestas políticas de cada candidato. Conociendo la trayectoria de ellos. No dejándonos engañar por los partidos a quienes ya les dimos el voto y nos han defraudado. Exigiendo participación a los políticos cuando están asumiendo una responsabilidad gubernamental. Levantando la voz cuando están incumpliendo con sus funciones.
Pero hay que tomar en cuenta algo mucho más importante en relación al voto en blanco o “quebrar los votos”. Y hablo del costo del voto.
De acuerdo con el informe de los egresos realizados por los partidos políticos y coaliciones durante el proceso electoral 2005-2006 fiscalizados por el Instituto Federal Electoral (IFE), se erogaron un total de mil 978 millones 821 mil 643 pesos en promover a los cinco candidatos presidenciales.
Por ello, lo gastado en campaña reflejó un costo del voto de aproximadamente ochenta pesos por ciudadano. Aunado a lo anterior, y digno de ser tomado en cuenta, es que cada papeleta, cada boleta electoral tiene un costo de cincuenta centavos.
Y es aquí en donde surgen mis dudas…
Como “quebrar” el voto... ¿lo que nos están proponiendo algunas voces de la sociedad en México es que en las elecciones del próximo mes de julio nosotros “quebremos” una moneda de cincuenta centavos, destruyéndola y la depositemos en la urna?
Como voto en blanco... ¿debemos de entender como el hecho de que nuestros impuestos nosotros mismos, los mexicanos, los tiremos a la basura al dejar inválida la boleta electoral?
Porque para nadie es un secreto o mito que cada boleta electoral, cada campaña política son llevadas a cabo el dinero recaudado a través de nuestros impuestos.
No, creo que responder a esas invitaciones no es la solución. O al menos no es la mas responsable.
Considero que hay mucho por hacer. Organizarnos, si, hay que hacerlo. Es urgente.
Pero organizarnos para no hacer nada no creo que sea lo más conveniente.
Esas voces se olvidan que hoy en día necesitamos liderazgos sociales, surgidos precisamente del hartazgo que nos causa la política mexicana. Por ello, hay que reaccionar. Madurar bien nuestro voto para saber a quien se lo depositamos.
Y aclaro. Lo aquí vertido es solo una mera opinión.
Y lo hago haciendo manifiesto mi pleno respeto a quienes opinan lo contrario.
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