Difícil elección.
En Julio próximo México elegirá a sus representantes populares. Ya sea en el gobierno o en el ambiente legislativo, el término CANDIDATO será lo que sueñen, coman y anhelen muchos políticos del país durante estos meses.
Los partidos políticos están preparando sus mejores candidatos. Y lo están haciendo arriesgando el todo por el todo. Sin guardarse ases bajo la manga.
Muchos son los que quieren ser diputados federales. ¡Y como no quererlo! Si el sueldo que se recibe por dicho encargo es jugoso. Mucho más de lo que puede tener como sueldo cualquier directivo en el sector privado. Y si a eso le agregamos que el diputado trabaja menos horas, pues ya se imaginará como esta la pelea por ser candidato.
Pero yo quisiera hacer un comentario al respecto. Y esto lo señalo porque considero que querer entrar a la política no es “échame otras dos sin cebolla”. No es cosa de niños, pues. Aunque muchos así lo crean.
La política es algo que se ha ido desprestigiando con el paso del tiempo. Y conste que este desprestigio no se ha dado por si solo. Es decir, ha sido carcomido por hombres y mujeres que no han tenido ni la más remota idea de lo que busca la política. Hombres y mujeres que llegaron a improvisar acciones.
Pues bien, ese desgaste de la política, tuvo efectos en la sociedad. Cada vez son menos los mexicanos que se interesan en ella. Sucia, asquerosa, corrupta. Son solo algunos de los adjetivos aplicados a la política por parte de los grupos de nuestra sociedad.
Y nos olvidamos que la política, en su más pura expresión, es un proceso orientado intelectualmente hacia la toma de decisiones para la consecución de los objetivos de un grupo. Por tanto, para la toma de decisiones, es necesario estar preparados tanto intelectual como emocionalmente.
Y la política no es nueva. La palabra POLITICA fue ampliamente utilizada en Atenas a partir del siglo V antes de Cristo, gracias a la obra de Aristóteles titulada, precisamente, Política. El mismo Aristóteles definía al ser humano como un animal político por excelencia.
Sin embargo, y ante la complejidad de la evolución que ha tenido nuestra sociedad, los problemas se han hecho mas agudos y las soluciones tienen que ser menos improvisadas. Por todo esto, yo creo que se requiere de profesionalizar a la política.
¿Que significa esto? Simple. Que aquellos que deseen accesar a la política o bien, que ya se encuentren ejerciéndola, deben de instruirse y educarse para tener las técnicas y herramientas académicas indispensables para realizar dicha función.
Y deben hacerlo porque de sus manos saldrán las leyes que regularan a todo México. De sus manos dependerá la vida o muerte del desarrollo económico, político, social y cultural de la nación. Gran responsabilidad ¿no lo cree usted?
Cito lo anterior, porque tal y como lo menciono al principio de este material, algunos partidos políticos están enlistando a hombres y mujeres que gozan de fama pública para así ganar votos de la ciudadanía.
Nombres que gozan de prestigio social en los diferentes ámbitos en los que se desarrollan. ¿Quiere saber de quien hablo? Ahí van los nombres.
Ana Gabriela Guevara, la velocista mexicana y medallista olímpica, arrancó su campaña para lograr la candidatura del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para ser jefa delegacional en Miguel Hidalgo, esto en el Distrito Federal.
Silvia Irabien, quien se dio a conocer como La Chiva en el programa televisivo Big Brother 2, ya registró su precandidatura como diputada por el distrito III de Yucatán por el Partido Social Demócrata (PSD).
El luchador VILLANO III, quien responde al nombre de Arturo Díaz, se encuentra considerado a una diputación por el Partido Verde Ecologista, por los rumbos de Iztapalapa en el Distrito Federal.
Por otro lado, el ex árbitro de la Primera División de México, Arturo Brizio Cárter, decidió formar parte de las filas del Partido Acción Nacional (PAN) para ser candidato por Cuernavaca, cerca del Distrito Federal. Y así como ellos, hay varios mas. Artistas y deportistas. Listos para entrarle a la contienda electoral.
Creo que las personalidades aquí mencionadas, salvo Silvia Irabien –la chiva- gozan de una amplia trayectoria, de una sólida carrera en los diferentes ámbitos en los que se han desarrollado.
Es más, me atrevo a decir que todos gozan de un reconocimiento social elevado y creo que ese es el aval o la póliza de garantía para ser considerados como buen prospecto a la candidatura. En resumen: ser famoso garantiza la victoria en las urnas.
Pero, con el respeto que cada uno de ellos me merece, en política no tienen absolutamente nada que hacer.
México tiene serios problemas en seguridad, educación, economía, y hasta en cultura. ¿En donde quedan los cuadros que dentro de los partidos políticos están preparando? ¿Por qué no son candidatos los abogados, los economistas, los administradores, los egresados de ciencias políticas que militan en los diferentes partidos políticos?
De esos profesionistas requiere México. De ellos necesitamos para poder salir del atolladero.
Que nos digan ¿En donde esta tomada en cuenta la militancia que día con día se prepara en la política?¿En donde esta reflejado el compromiso que los partidos políticos tienen con la sociedad?
Yo creo que ese compromiso no existe. Porque si así fuera, sus candidatos deberían de ser ciudadanos que sepan lo que es una comisión legislativa. Que conozcan el significado de decreto. Que a su mente llegue el concepto de presupuesto de egresos y partidas presupuestales. Que sepan como revisar un programa operativo anual de una dependencia para saber si se está incurriendo en desvíos de recursos. Que sepan que significa Auditoria Superior de la Federación.
De eso se trata hoy en día. De profesionalizar a la política. Y no querer ser diputados para después contratar asesores y que les hagan la chamba.
Señores luchadores, deportistas y artistas. Sigan en lo suyo. Ahí son estrellas. Saben lo que hacen y por eso han brillado.
No se olviden que ustedes son parte de una sociedad. Si, de esa sociedad que se queja de sus políticos y que no concibe el porque gente que no sabe de política llegue a ocupar puestos de elección popular.
¿O acaso podemos olvidar que Ana Gabriela Guevara como deportista se quejó y criticó a la Comisión Nacional del Deporte por el nulo apoyo que este organismo dio a los atletas para participar en la olimpiada?
Que ahora nos diga la candidata a jefa delegacional ¿En donde esta ese compromiso asumido cuando la nombraron directora del Instituto del Deporte del Distrito Federal? ¿Porque ahora abandonar a los deportistas de todo el distrito federal y buscar la jefatura de una sola delegación?
Son preguntas que quizá nunca obtengan la respuesta. Pero el ciudadano, el común y corriente como usted o como yo, estamos en una verdadera encrucijada. Fama o preparación.
Usted elige.
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