Amable
lector, en esta ocasión estoy frente a la computadora, con la mirada fija en el
monitor, tratando de escribir sin que la consternación me doble.
Trato
de hilar el mensaje. Estoy intentando caminar por los pasillos de la razón.
Pero cuando acerco mis dedos al teclado de la computadora, a mi mente vienen
aquellos versos del poema que escribió Salvador Díaz Mirón, mexicano oriundo
del Estado de Veracruz, el cual narra la vida de un niño de extracción humilde
que ama a su madre y que anda en la calle buscando comida para
ayudarla, consciente de que muchas de las cosas que hace no están
bien – “travesuras” le llama el poeta en
su obra- , pero también sabe que si no lo hace, ambos sufrirán de hambre.
Y me
refiero al poema denominado precisamente como se titula este material: “Mamá,
soy Paquito”. Y para ubicarnos al texto del mismo, aquí un breve párrafo:
"Buscando comida,
revuelvo basura.
Si pido limosna,
La gente me insulta,
Me agarra la oreja,
Me dice granuja,
Y escapo con miedo
de que haya denuncia.
"Mamá, soy Paquito;
No haré travesuras."
revuelvo basura.
Si pido limosna,
La gente me insulta,
Me agarra la oreja,
Me dice granuja,
Y escapo con miedo
de que haya denuncia.
"Mamá, soy Paquito;
No haré travesuras."
Siempre
he creído que el arte – por supuesto incluida la poesía - es un reflejo fiel de
la sociedad. Hoy me doy cuenta de que no estoy equivocado. Hay muchos
sentimientos guiando mis dedos para escribir lo que me tiene impactado.
Hoy
ya no sé cuáles son los límites de las leyes. Si, de las leyes. Esas que
hacemos los seres humanos para aplicarlas en los propios seres humanos. Quizá mi
razón lógica se agarre a golpes con la razón jurídica por saber cuál debe de
ubicarse en el primer lugar. Imponerse una a la otra.
Hoy
veo con angustia que la realidad social ha rebasado a la realidad que reflejan
esas leyes. Hombres y mujeres que se han auto rebasado. Todo esto lo comento
porque en Chiapas, hace muchos años aconteció algo que quiero compartir con ustedes.
Por
defender a su madre, cuando presuntamente iba a ser violada por un sujeto de 50
años de edad, a un niño de la etnia Lacandona lo acusaron de asesinar al
agresor y por ello, fue condenado a la cárcel.
De
acuerdo a la Constitución del Estado de Chiapas son 9 las etnias indígenas
reconocidas, siendo la Lacandona una de ellas.
Según
la prensa local, los primeros datos que salieron a la luz pública es que
Cortines Segundo Kin, bajo los efectos del alcohol y de la droga, quería violar
a Juana Moreno López, mamá del pequeño de 11 años de edad.
El
occiso trató de agredir también al niño lacandón, pero desgraciadamente
Cortines, cayó y se golpeó la cabeza donde minutos más tarde murió – al menos
eso fue lo que declaró el menor.
Un
supuesto testigo afirma que el niño Juan, le dió un golpe con un trozo de
madera al sujeto cuando ya estaba en el piso, la cual podría ser una afirmación
ilógica considerando que el pequeño es de baja estatura y su estado físico
presenta un alto grado de desnutrición. En síntesis, no posee la fuerza
suficiente para levantar el trozo de madera encontrado en el lugar de los
hechos.
Pero
mientras esto sucede, el niño lacandón se convierte en el primer menor acusado
de homicidio en esta zona indígena del estado de Chiapas.
El niño radicaba en
la comunidad lacandona de Bethel, municipio de Ocosingo, y como pudo dio a
conocer como el agresor quería violar a su mamá y el intentó defender a su
madre por lo que Cortines Segundo lo persiguió, pero por el estado de
embriaguez perdió el equilibrio golpeándose posteriormente en la frente.
El
menor presentaba las huellas amoratadas en sus brazos por los jaloneos que le
dio el occiso. Los hechos ocurrieron en el domicilio del pequeño en donde el
fallecido y su padre ingerían bebidas alcohólicas, el cuál reconoció que no sabía
lo que había ocurrido, pues se encontraba totalmente ebrio. La mamá del menor
no se presentó ni acompañó al menor durante su traslado a la Fiscalía General
del Estado.
Por
estos hechos, el menor está acusado de ser homicida y fue trasladado en calidad
de detenido al Consejo Tutelar para Menores para determinar si se trata de una
muerte accidental o si se trata de un homicidio.
Pero
éste que hoy les escribe, indagó un poco en materia jurídica al respecto, y
encontró que por la edad del infante, debe de ser juzgado como menor infractor.
Pero
¡oh sorpresa! En nuestro país no hay uniformidad en las leyes que fijan la edad
mínima para considerar a un niño menor infractor y tampoco para establecer la
edad penal.
En
cada entidad federativa no existe una uniformidad en cuanto a la edad para
considerar a un ser humano como menor infractor.
¿Por
qué tantas diferencias? ¿Por qué tantos criterios para un mismo caso?
Algunos
juristas como José Luis Soberanes Fernández destacaron en diversos foros que el
término menor infractor "sólo debe
aplicarse a aquellos que han infringido las normas penales, por lo que los
niños que se encuentren en otros supuestos, y que necesiten de la intervención
preventiva del Estado, deben ser atendidos por instituciones de asistencia
social".
En
lo personal, creo que la mayoría de los estados no cumple con lo estipulado en
la Constitución política de México respecto a la protección y respeto a los
derechos humanos de los menores infractores, y tampoco se respetan los
ordenamientos internacionales.
Por
tal razón, veo necesario que se homologuen las legislaciones estatales en
cuanto a edad penal y al uso del término MENOR INFRACTOR.
Derivado
de lo anterior, y analizando que es la propia Comisión Nacional de Derechos
Humanos la que reconoce que en los Centros de Atención para Menores Infractores
no se cumple por las disposiciones jurídicas para reglamentar la función del
estado en la protección de los derechos e integridad de los menores, me quedo
con dudas en relación al tratamiento que deben de tener los menores
infractores.
Observando
todo esto, yo me cuestiono cuál será el destino de ese menor que trató de
defender a su madre de una flagrante violación.
Y aclaro
que no estoy justificando la existencia de un delito y los estoy eximiendo de
culpa. No. Ese no es el sentido de la reflexión.
Lo
que se busca es exhibir a un cuerpo legislativo, donde encontramos diputados
locales y federales, así como senadores que no se abocan a realizar estudios
especializados al respecto y proponer las mejores directrices para los menores
en esos centros de atención.
Porque en un futuro, con estas leyes para los menores infractores en México y de seguir
las cosas como van, todos nos estaremos haciendo la pregunta que se plantea a
manera de analogía con el mundo actual, el grupo mexicano de rock Maná … ¿en dónde
jugarán los niños?
0 comments:
Publicar un comentario