Los tonos de la música no se dejan esperar. Cuando un
corazón está de fiesta siempre busca un eco familiar. Y al fondo se escucha a
aquel ochentero cantar …“ y si te dibujo
sin rostro / es porque amo tu interior/ y desatándome las manos te abro el corazón / No te pongas tensa solo
estoy perdiendo el control “.
Hoy es una noche de esas en las que no hay que preocuparse
por levantarse temprano al otro día para ir a trabajar a la oficina. La luna
está de color rosa y el aire corre como queriendo llevarse el sentimiento que
existe en esta habitación.
Acabo de terminar una conversación con el amor.
Y aunque me mandó fotos de su pie lastimado, sus huellas quedaron muy marcadas
en mi corazón.
Por facebook todos comentan de sus viajes, de su estancia en
el bar y de su melancolía por estar solos.
Y lo confieso, cada meme que veo en las redes lo disfruto a rienda suelta. Aunque he de confesar que yo en este momento sería la gráfica perfecta para viralizar la noche completa. Vino, melancolía, amor y fiesta entera. Y tú, lejos de ella.
Y lo confieso, cada meme que veo en las redes lo disfruto a rienda suelta. Aunque he de confesar que yo en este momento sería la gráfica perfecta para viralizar la noche completa. Vino, melancolía, amor y fiesta entera. Y tú, lejos de ella.
Y sigo escuchando a los ochentas. Y no me preocupa competir
con la música moderna. Y aunque Shawn Méndez, Ed Sheeran y Alan Walker viven
caminando por los pasillos de esta estancia, yo prefiero a Mateos, Enanos, Outfield
y a la dosis perfecta. Y si me permiten un poco más, hasta a Mijares, Emmanuel y
Arjona serían mencionados como las canciones de protesta por tu ausencia.
Allá en tu estancia sigues sorprendida por los reclamos de mi
alma. Sigue caminando en tu mente el porqué de tanta alharaca. No se logran entender mis celos sin fundamento y de mi desconfianza acelerada.
Y no logras ver que nada de eso tiene respuesta. No te das
cuenta que en un ser como yo, los celos respiran sin vivir.
Ojalá pudiera ser tan fácil encontrar de donde nacen tantas
suspicacias. La mente juega y manipula como aquella película en donde el juego
es macabro. Y nadie se imaginaba que así es la vida misma. Atolondrada y macabra.
El Torres 10 sigue su marcha. Y con él, el romanticismo y la
añoranza. Hoy sigues tan presente en mi alma como cuando encontré en mi oficina
la nota aquella. Y sigues tan presente como cuando escuché tu voz por vez
primera.
Nadie imaginaba que de una simple nota se desprendería una
historia entera. Que de una llamada telefónica nacería una llamada de mi alma
hacia ti, mi niña etérea.
Fueron breves momentos los que la vida permitió observarte.
Fueron tu blusa morada, tus zapatos haciendo juego con tu cabellera negra y tu sonrisa, esa que hasta hoy me
dobla y me encadena. Breves momentos frente a mí para no querer separarme de
ti.
Hoy quiero que sepas que es muy grande lo disfrutado. Es
mucho lo construido. Es tanto lo asimilado. Es demasiado lo vivido que no nos
alcanzaría aquel cuaderno Scribe de la primaria para anotar nuestra historia
entera.
Ni aquel chismógrafo de la secundaria sería tan útil como lo
que tus ojos me dicen cuando beso tu alma.
Ni aquellas cartas perfumadas de la preparatoria te dirían todo lo que en mis adentros existe para esa niña de gran coraza pero de mirada tierna.
Ni aquellas cartas perfumadas de la preparatoria te dirían todo lo que en mis adentros existe para esa niña de gran coraza pero de mirada tierna.
Hemos pasado tantas cosas que recordarlas sería tiempo perdido.
Por ello hoy solo te pido vivir lo nuestro como el último segundo de vida del
malherido. Porque en el amor no importan las medallas de los concursos ganados
o de los besos triunfantes obtenidos en las kermeses de fin de curso.
En el amor se necesita vivir tomados de la mano. De sentir lo
que se dice y de vibrar con lo que en el alma se tiene acumulado. En el amor se
requiere amar, respetar, aportar, hablar, apoyar, unir, construir y consolidar.
De sentir que tu presencia es vida y que tu ausencia es un ejército
de desesperación, ese que aniquila el aliento y que llama a buscarte en la
noche más obscura y sin esperanza al finalizar el día del mes de abril de un
año disperso en la tierra.
Una vez me diste una explicación al porqué de mi amor por
tu presencia en mi vida. Tus argumentos fueron oídos con respeto pero siento
que en cada uno de ellos desconocías al ser que vive en mis adentros.
Me decías que quizá yo no había vivido en mi pasado lo vivido
contigo. Que quizá fueron más tersas mis relaciones anteriores y por ello mi
cabalgar desbocado contigo.
Hoy quiero que sepas que la vida nos pone a diferentes seres
humanos para vivirlos cada uno por separado y disfrutando cada hilo de vida
sentido.
Hoy quiero que sepas que aunque viví cosas más intensas que
las vividas a tu lado, eres tú la que hace que yo viva embelesado. Es tu aroma, tu presencia.
Y quiero que quede claro que no me importa ser cursi, infantil e inmaduro contigo.
Y quiero que quede claro que no me importa ser cursi, infantil e inmaduro contigo.
Esos calificativos me los han adjudicado los que observan mi
actuar contigo por el simple hecho de querer amarte con detalles, con flores,
con poemas y hasta con fotos con leyendas enviadas en la mañana de un día
cualquiera.
Quiero que sepas para mí si hay comparación. Y que en cada
una de ellas, tú has salido por delante. Que tu sonrisa no tiene igual y que tu
apoyo está por encima de lo que he recibido.
Miente aquel que dice que no compara en el amor.
Miente aquel que dice que no importa quién es mejor si el de
hoy o el del ayer o el de mañana.
Miente aquel que dice que no compara a un ser con otro ser porque cada uno es
diferente.
Miente aquel que señala que los seres humanos jamás
comparamos.
Sí. Si comparamos.
Y lo hacemos porque no podemos dejar de reconocer al calor
después de sentir el frío.
Comparamos porque no podemos dejar de sonreír cuando nos dan felicidad en vez
de torcer la boca cuando nos hacen una grosería o nos tratan mal.
Sí. Si comparamos.
Porque el cuerpo vibra cuando nos acarician con amor y no con
obligación. Porque el apoyo se siente diferente a la indiferencia.
Porque es mentira que unas manos frías son igual a un sudar
de manos con aquellas que nos tienen agarrados para no soltarnos en la crisis de vida aquella.
Sí. Los seres humanos comparamos. Y miente aquel
que no reconoce a la presencia en vez de la ausencia.
Y si, es cierto, cada quien tiene su lugar y ese es único.
Pero en nuestro orden de importancia, jamás irá por delante
la frialdad que el abrazo. Jamás irá por delante el abandono que el apoyo.
Por eso quiero decirte que en esto de las comparaciones, tú vas
dos cuadras por delante. Que hoy por hoy tus actos hacen que un corazón vibre y
se emocione por ti.
Por eso estoy aquí, a media madrugada. Escuchando a Arjona
decir... “realmente no estoy tan solo”.
Escribiendo contigo y para ti. Escribiendo como siempre le
escribo a tu recuerdo. A ese que siempre me acompaña. A ese que siempre ríe
conmigo. A ese que brinda con mis emociones y que baila como lo haría en un
antro coleto cualquier mujer en un fin de semana.
Hoy quiero dejar constancia de todo lo que pienso y siento. Y
quiero que sepan que la felicidad no es como la pintan en las telenovelas del
canal de las estrellas, esas en donde todo acaba en boda y se convierte un
final feliz.
Eso no existe. Eso no es real.
Eso no es verdad porque en el amor no existe un final. Porque
cuando dos seres se aman ninguno de los dos quiere que haya un final.
Cuando dos personas se aman, buscan que siempre exista un mañana, un nuevo día para abrir los ojos, levantarse y buscar hacer feliz a quien le han entregado su corazón y su alma.
Cuando dos personas se aman, buscan que siempre exista un mañana, un nuevo día para abrir los ojos, levantarse y buscar hacer feliz a quien le han entregado su corazón y su alma.
Yo no sé que tiempo me otorgue el tiempo para estar unido a
ti. Lo único que me importa es lo vivido y lo que falta por vivir.
Que se pudran los malos recuerdos y que se vayan al carajo.
No poseo un amuleto para la buena suerte y tampoco le rezo a la santa muerte.
Pero hoy quiero seguir siendo feliz.
Ojalá que esa felicidad vaya impregnada de tu presencia y de
tus sentimientos. Porque nada haría más miserable a un ser humano que no ser
amado por aquella persona que ama. Y de ello, nos dará cuenta la vida misma o
bien, cuando decidas que ya no exista un mañana para escribirle un final a esto
que inició con una nota de recado en una oficina cualquiera.
0 comments:
Publicar un comentario